El SIDA y la Discriminación.

La discriminación ha existido siempre desde que apareció la enfermedad y esto no acabó con el conocimiento real de las formas de contacto, la falta de información entonces no es la causa de la discriminación.

La discriminación respecto a esta enfermedad es una medida de prevención fallida. Esta prevención consiste en apartarse de los sujetos que se suponen infectados y así estar a salvo del contagio. De esta manera se cree tener concentrado el virus en ese grupo o sujetos. De este modo la angustia de no saber quien puede tener el virus está resuelto, ya que se tiene miedo al infectado y tranquilidad respecto a los que no tienen el virus. Así, el que discrimina, se transforma en un epidemiólogo improvisado, el cual cree saber por donde ir y por donde no, completamente tranquilo, libre de infecciones.